Para realizar nuestra primera actividad nuestra mente se va a trasladar a un supermercado abandonado que hace más de 1000 años que nadie entra ni rastrea lo que queda de él. Para ello, vamos a tener un catálogo con ciertos alimentos y materiales que tendremos que razonar cómo estarán en el año 3020.

En primer lugar, de la primera hoja del catálogo " Super frescos con super precios", los únicos restos que encontraríamos pasado dicho tiempo serían algunas semillas del melón y trozos de cristales de los frascos donde está el pulpo y el melón puesto que los microorganismos de la tierra no descomponen fácilmente el vidrio independientemente de su medida y su forma. 

En cuanto a los productos de la hoja "Super frescos de la huerta", nos encontramos con unos plátanos, aguacates, judías verdes y patatas. También, hemos de mencionar que hay dos bandejas de madera que permanecerían y, también un plato de cristal que no se degradaría. Las patatas, por su parte, tienen debajo un trapo y una bandeja de plástico, por lo que nos encontraríamos trozos del trapo y, quizás también trozos del plástico de la bandeja. Quizás también quedarán trozos de la cáscara de las patatas. El hueso de los aguacates permanecería y no se degradaría. 

Por otra parte, " los super frescos del mar" sí se degradarían en su mayor parte. Por ejemplo, del rape solo nos encontraríamos alguna espina y de los langostinos quizás la cabeza. Tanto del salmón ahumado como de las anguriñas y las gambas peladas, únicamente quedarían restos del envoltorio de plástico que las recubre.

"Los super frescos de la granja", por su parte, son alimentos como el solomillo, la pechuga de pollo, una pata de jamón serrano, el centro del jamón curado, un paquete de jamón serrano en lonchas y un paquete de jamón cocido. En cuanto al solomillo y la pechuga de pollo se degradarían y no habría restos, sin embargo debajo de ellos hay una tabla de madera y de cristal que no se degradaría y podríamos ver con facilitad pasados 1000 años. De la pata del jamón se conservaría el hueso y de los paquetes únicamente el plástico que los protege. 

"¡Queso está super bueno!" es una sección donde lo único que ser conservaría serían restos del plástico que recubre los quesos enteros y trozos de cristales de los platos hondos. El pan rizado que aparece al final de la página del catálogo parece estar sobre un paño de tela que quizás nos encontraríamos trozos del trapo. 

Desgraciadamente, centrándonos en la página "Come sin apenas cocinar" podemos intuir que no son productos naturales ni frescos. Tanto el gazpacho y la leche como las pizzas van recubiertas de un envoltorio de plástico que no es fácil de degradar. Los envases tetra- bricks al no estar únicamente compuestos por plástico tardan unos 40 años en degradarse. Los tapones, por su parte, tardan más de el triple en degradarse. Por lo tanto, nos podríamos encontrar algunos cachos de plástico y tapones. 

Tanto los filipinos, el café, el atún, el aceite y las Coca-Colas son "Indispensables en la despensa" y en 3020 los arqueólogos también lo sabrán ya que de todos los productos quedarán ciertos restos. Las latas de atún y de los refrescos se transformarían en oxido necesitando que llueva mucho o que haya mucha humedad para poder degradarse completamente; el plástico de los filipinos nos lo encontraríamos sin color y en trozos; el café dejará cachos del frasco de cristal y su tapón de plástico al igual que el tapón del aceite. 

Por último, en la sección de "¡Cómo te cuidas!, observamos dos tipos de champú y gel de baño. Ambos están cubiertos por un envase de plástico que no se degradaría fácilmente y podríamos encontrarlo pasados muchos más de 400 años debido a su grosor y dureza. 

En conclusión, la contaminación de nuestro planeta solo podemos controlarlo nosotros mismos, por lo tanto, la responsabilidad de mejorar es individual. El plástico es uno de los materiales que más tarda en degradar pues puede tardar hasta más de medio milenio y desgraciadamente muchos mares y océanos se están viendo afectados. 


 


  

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